Por Laura Gilardenghi
laurag@abccultural.com.ar
Una despedida de soltera junta en el living de una casa a tres chicas, ex compañeras del secundario, que bajo un parcial clima festivo comienzan a ahondar en sus vidas sentimentales. Entre típicas conversaciones femeninas, Rocío y Socorro, la futura esposa, crean un clima de aparente afinidad entre ellas, mientras que Flavia, callada y a un costado, las mira. De esta forma se comienza a plantear “Bypass”, comedia dramática escrita por Jimena Repetto, quien además la dirige junto a Melisa Freund, y que se lleva a cabo los sábados a las 21 en el porteño Espacio Urbano, ubicado en Acevedo 460.
Si bien la obra comienza con una clásica reunión entre mujeres, lo interesante es que a medida que transcurre la historia se va complicando y comprometiendo a diversos personajes. Flavia se muestra tímida y retraída, pero internamente es todo lo contrario, de repente de destapa y desnuda una parte de su personalidad que sustenta con su ganas de vivir y la libertad que eso conlleva, ante la mirada burlona y atónita de Rocío, que ante esas palabras y experiencias no puede más que envidiar y encontrar el vacío en su propia vida. Sin embargo, con el paso de la historia demuestra cómo la frase de Socorro, que le advierte que debe bajar las exigencias con respecto a los hombres, le queda dando vueltas en la cabeza y hasta llega a cambiar, aunque sea a medias, el rumbo de sus días.
De esta forma transcurre la noche hasta que las tres se van, para seguir festejando en otro lado. Clara, por problemas sentimentales, no llega a tiempo a la despedida. En realidad si llega, pero las chicas ya no están y sólo encuentra tirado en el sillón a Tincho, el futuro marido de su amiga. Unas copas demás y la necesidad de hacer catarsis conducen a la mujer a gritar sus verdades, dejando en claro que ella fue la menos favorecida con las vueltas de la vida, y menos con las decisiones ajenas que la perjudicaron. Ahora viene a reclamar lo que cree que le corresponde y a hacer justicia, sin medir las consecuencias de sus actos.
Hipocresías, falsas imágenes y certeras realidades se empiezan a destapar, pero ya es demasiado el daño causado, ahora es tiempo de pedir perdón y recibir, aunque sea, alguna respuesta. Al igual que en los sueños, y con Augusto como tercero en discordia, las situaciones mezclan y confunden hasta que por fin encuentran su lugar, siempre utilizando la comicidad sin dejar de lado el eje dramático.
Los cambios de escena, el buen manejo de los tiempos y el original enfoque de la historia, con condimentos que los que fueron de viaje de egresados a Bariloche y vivieron su adolescencia en los ’90 sabrán apreciar, hacen que la obra sea muy entretenida y que justifique cada minuto la frase que las situaciones y sus personajes expresan enérgicamente: Que las cosas sean como siempre debieron ser.
Dramaturgia (Jimena Repetto). Elenco (Natalia Ávila -Rocío-, Andrés García Dietze –Tincho-, Celeste Morchio -Clara-, Juan Santiago Privitera -Augusto Lautaro-, Melisa Freund –Socorro-, María Soledad Manes –Flavia-). Diseño de luces( Benjamín Delgado). Diseño de sonido (Federico Viescas). Escenografía (Norberto Pacciani, Santiago Ligier). Fotografía y vídeo (Melisa Brito Aller, Lisandro Cívit). Vestuario (Sol Ruiz Luparia). Asistencia de dirección (Ariana Pérez Artaso). Dirección (Melisa Freund, Jimena Repetto).
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